viernes, 8 de mayo de 2015

Líder TI Caso 01. Cuando el conocimiento pende de un hilo

Ejecutar planificaciones sin riesgos cuesta caro, lo comprobé. Hace dos semanas salí de vacaciones con muchas esperanzas de viajar a dos (y hasta tres) ciudades de mi país con mi pareja; para ello realicé el ritual de siempre, es decir, encargar a mis dos brazos derechos de mi equipo la batuta de gestión de proyectos, el plan perfecto de siempre para salir de vacaciones. Así que todo andaba con normalidad, hasta que me llaman al octavo día para apoyar en la tormenta más fuerte que he pasado en mi carrera de Jefe de Proyectos. Era el momento de demostrar de qué madera estaba hecho.

"¡El analista programador master quiere renunciar en medio del proyecto!". Esa es la frase que ningún Jefe de Proyectos quiere escuchar. ¿El motivo?. Un chismecillo, esos que abundan entre las bocas cloacas de integrantes de la empresa que no tienen amor propio hacia sí mismo y juegan con la sensibilidad de buenas personas, pues este analista a pesar de no ser muy íntimo amigo mío fuera de oficina, internamente es mi brazo derecho en un proyecto bandera para la rentabilidad de la empresa; pues jugaron con su susceptibilidad al ponerlo en mi contra. Era momento de luchar por la permanencia de un talento que sí vale la pena y que injustamente sembraron sentimientos equívocos.

Para ello recomiendo estos tips:

1. Claridad en pensamientos
2. Analizar con cabeza fría y tomar decisiones
3. Definir acuerdos a futuro

1. Claridad en pensamientos
Dejar de lado la jefatura y escuchar con el corazón. Sí, ambos son seres humanos, y necesitan trabajar para tener ingresos, es por ello que uno se imagina que el renunciante ha encontrado un nuevo trabajo, de ser así, se tiene que analizar los acuerdos de traslado de información y óptimo nivel estable de proyectos; pero no era así, este analista no lo mueve el dinero, sino lo sentimientos, y se aplicaba lo que leí alguna vez, "En la mayoría de casos un empleado deja su trabajo por su jefe", y este analista ocultaba algo que nunca me percaté, sentía miedo por mis decisiones, que en ocasiones las sentía maquiavélica, y lo entiendo, en su posición lo entiendo, y le expliqué que una jefatura no es sencilla, antes de ser amigos de tus integrantes de equipo, primero es la empatía y exigencia, y si la persona ordenada tiene buen corazón lo entenderá y si no, sola se irá, esa es la fórmula para evitar mediocres en tu equipo. Pero además ante estos casos uno tiene que activar su modo Psicólogo, y ¿Qué hacen los psicólogos? Realizar preguntas estratégicas y escuchar atentamente para obtener lo que su corazón quiere decir y no su cerebro lógico. Y en ello entendí la frustración ante la presión del tiempo del proyecto y sentir un respaldo en contra por culpa de las burocracias del cliente y políticas internas de la empresa donde labora. 



2. Analizar con cabeza fría y tomar decisiones
Algo andaba mal en todas las partes, la empresa, el cliente, él y yo, así que acá entra la toma de decisión. Analizando, él no quería irse del todo pues de querer irse lo hubiera hecho perjudicando a la empresa, pero eso no hacen las personas de buen corazón y agradecidas con la empresa que les da cobija para su profesión, así que es cuestión de tiempo para recuperar su confianza ante una semilla mal sembrada en su cabeza. Lo primero fue escuchar sus comentarios positivos a futuro para que el proyecto camine con éxito y seleccionar los comentarios aplicables a corto plazo para hacerlos efectivos en el acto; seamos sinceros, todos siempre quieren ser escuchados sobretodo por la Gerencia General. Segundo, tomar en cuenta los comentarios negativos que ha percatado para que el proyecto no camine con éxito e ir eliminándolos los más pronto posible y si es que es aplicable; recordemos que un analista puede pedir hasta un yate para programar bien, y la idea no es atender caprichos inviables. Tercero, dejarle en claro lo que no ha hecho bien, una, mentirnos en no asegurarnos que se quedaba hasta el final del proyecto, y dos no consultarme primero si las especulaciones eran verdaderas. Esto en otras empresas pudo haberle costado el puesto, pero, Siempresoft se enfoca en retener a los verdaderos talentos bajo toda costa.



3. Definir acuerdos a futuro
Después de 12 horas de conversaciones y debates, el analista entendió que la empresa lo respalda, y que la idea equivocada de mi persona estaba errada, también acordamos en que el analista gozará de más albedrío de toma de decisiones y gestión para el proyecto, y yo, deberé solo encargarme de gestiones muy macros para el proyecto; eso conlleva a demostrarle al analista que la empresa confía en él puesto que sabemos que tiene buen corazón en el fondo y que a pesar de ser muy arriesgado lo afrontamos. En el fondo era una decisión que se iba a dar más tarde, pero por circunstancias de la vida esta decisión la tomamos entre Gerencia y yo con cabeza fría para el bien de la empresa.



La conclusión es que: "el conocimiento es poder", este riesgo lo he visto en muchos marcos de trabajo, sobre todo en RISK IT, lo que se debió haber aplicado es el marco "Gestión de Conocimientos" y tener un respaldo de todo lo que él sabe en otra persona. Pero, como diría mi madre "Todo tiene solución menos la muerte".

Este suceso ha conllevado a la empresa a tomar otras medidas de contingencia más estrictas y estar atentos a muchas perspectivas que jamás antes estábamos preparados. Cabe resaltar que para estas decisiones se tiene que seguir un instinto y seriedad ante todo, porque en TI el dinero no es juego y uno tiene que hacer labores multitasking.




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